9 Razones por las que no funcionan tus hechizos

A diferencia de lo que cree la gran mayoría, a la hora de realizar un hechizo no es suficiente con seguir los pasos de un manual como si estuviéramos haciendo arroz con leche. El proceso de un ritual requiere tiempo, preparación y compromiso.

Creer que encendiendo una vela o pasando un poco de incienso vamos a obrar un milagro es el error más común entre las personas que están empezando -e incluso en las personas experimentadas que pecan de exceso de confianza-. Para obtener un resultado óptimo debemos hacer bien las cosas desde el comienzo, y aún así no siempre las cosas suceden como las esperamos debido a diversos factores que puedes leer aquí recopilados.

Aquí tienes las principales razones por las que no están funcionando tus hechizos:

1.Falta de fe

No esperes que tu hechizo funcione si no crees al 100% en lo que estás haciendo o en lo que quieres conseguir. La fe es una creencia ciega. Aunque el término se asocia muchas veces a las diferentes religiones, la fe es creer en lo que estás haciendo, sin más. Repítelo como un mantra: “Sin fe no hay magia”

Fe es creer en algo cuando el sentido común nos dice que no lo hagamos

2.Falta de concentración

Realizar un hechizo correctamente requiere de concentración absoluta. No puedes hacer que tu hechizo funcione si te distraes fácilmente en el proceso. Es importante realizar los pasos en un lugar tranquilo, con paciencia y sin que nadie te moleste mientras estés haciendo el ritual.

RecomendaciónAntes de empezar con el hechizo medita. Es una actividad muy sana para la autoexploración y te ayudará a concentrarte.

3.Falta de energía

Para que tu hechizo funcione debes aprender a canalizar la energía correctamente durante el ritual. La falta de energía puede hacer que un hechizo no tenga los efectos que deseamos. En algunas ocasiones un solo hechizo no es suficiente para alcanzar un objetivo que requiere grandes cantidades de energía, por lo que debes repetirlo más de una vez.

RecomendaciónEvita utilizar tu propia energía más allá de tu intención o acabarás agotado.

4.Falta de consciencia

Pregúntate: ¿Cuál es tu verdadero objetivo? Es natural que nuestra mente divague a la hora de realizar un hechizo, haciendo que nuestro trabajo tenga un objetivo confuso que nunca llegaremos a alcanzar o haciéndolo de una manera no deseada.

Por eso recomiendo que escribas todo aquello que quieras conseguir de una manera clara, concisa y en positivo. Guarda ese papel hasta que veas los resultados. Después quémalo o entiérralo. Lo importante es que interiorices desde el inicio hasta el final estos objetivos.

5.Falta de previsión

Algunas veces un hechizo requiere diferentes instrumentos, materiales e ingredientes. Ten a mano todos los elementos antes de empezar a trabajar. Haz una lista en un post-it si es necesario. Si haces los hechizos dejando tiempo entre cada paso perderás la concentración que necesitas para realizarlo correctamente.

Hay ciertos elementos que son comunes a muchos hechizos y es común tenerlos en casa (como velas, cuerdas, papel, bolígrafo…) pero el resto has de comprarlos con antelación.

6.Vibración equivocada

Nuestra mente puede ser una gran enemiga a la hora de realizar cualquier hechizo. Si quieres atraer la abundancia no puedes vibrar en la carencia. Si quieres salud no puedes vibrar en la enfermedad. ¿Lo entiendes? Trabaja tu espiritualidad y controlarás tu mente.

7.Avaricia

Es muy probable que desees varias cosas de distinta naturaleza. ¡Alto! Céntrate y aborda cada cuestión por separado. Cada hechizo debe tener un objetivo único y claro. Si tienes más de un objetivo deberás realizar más de un hechizo, siempre dando cierto margen de tiempo entre uno y otro para que las energías no se solapen.

El que mucho abarca poco aprieta”

Refrán popular español

8.Falta de paciencia

Puede que tu hechizo ya esté en marcha, pero no quieras todo lo de hoy para ayer. La magia lleva su tiempo y uno de los mayores errores es caer en la desesperación. Eso hará que pierdas la confianza en tu trabajo, sin alcanzar la meta que te propusiste alcanzar. Antes de dudar de su efectividad repite el hechizo pasado un tiempo.

9.Falsas expectativas

Hasta la magia tiene sus límites así que sé realista. No puedes hacer un hechizo para aprobar un examen para el que no has estudiado, para resucitar a un muerto o para curarte de un cáncer de manera espontánea. Recuerda que la magia es un refuerzo que complementa nuestro esfuerzo.